Vídeos Ingeniería

lunes, 28 de noviembre de 2016

La corrupción en la ingeniería. La obra pública como tapadera.


Son numerosos los casos de corrupción política (por desgracia muchos aún sin destaparse) relacionados con las grandes obras faraónicas que se han llevado a cabo en España.

Cuando hablamos de corrupción entendemos como tal la actividad delictiva mediante la cual alguien obtiene un beneficio saltándose las leyes o normas establecidas. Para la RAE la corrupción se define (entre otras acepciones) como:
“En las organizaciones, especialmente en las públicas, práctica consistente en la utilización de las funciones y medios de aquellas en provecho, económico o de otra índole, de sus gestores.”

Cabe destacar aquí tres palabras principalmente: PÚBLICAS, MEDIOS y GESTORES. En base a estas tres palabras puede explicarse el hecho de que la corrupción tenga en la obra pública su “Paraíso”.

Es cierto que la obra pública, las infraestructuras, etc. no son las mayores partidas en los presupuestos generales de un país o de una administración territorial ya que sectores como la sanidad, la educación o el bienestar social tienen mucho más peso (como es lógico) en estos presupuestos.

Entonces, ¿Por qué la obra pública?
Si nos damos cuenta de cómo se trabaja en los distintos sectores de la población tenemos que los profesores, los médicos o los enfermeros, los administrativos públicos y un sinfín más de puestos (MEDIOS) trabajan directamente para organismos públicos, en su nómina aparece el sello, la firma o la rúbrica de organizaciones totalmente pública. Es decir, es la administración la que paga directamente (mediante sus servicios y áreas específicos) a los trabajadores.
En la obra civil la tónica general es distinta, la administración no suele disponer de MEDIOS propios para acometer las grandes obras PÚBLICAS o proyectos por lo que necesita de alguien que, si los tenga, pagando a este por la utilización de sus MEDIOS y sus servicios. Entra así en escena la contratación, mediante concurso público u otros métodos establecidos en la ley de contratos del sector público, de las empresas constructoras. Ahora el sueldo de un trabajador no pasa directamente de la administración a este ya que trabaja para una empresa privada (constructora) y es el sello de esta última el que aparece en la nómina del trabajador en cuestión.

Lo que quiere explicarse con esto es que en las obras PÚBLICAS el dinero pasa por bastantes más “manos” que en otros servicios públicos. Siendo el resultado de todos, sean de la índole que sean, para uso común y público.
Es así como un GESTOR público tiene más facilidad de “enredar” y “distraer” el dinero en un contrato con una empresa privada (que también sale por supuesto beneficiada)



Llegamos así a la conclusión de que la obra pública es el “paraíso” de la corruptela por excelencia porque existe un descontrol más acusado de presupuestos, dinero y pagos. Hecho que facilita que se pierdan unos cuantos miles de euros por el camino…miles de euros que después tenemos que pagar entre todos. 

martes, 11 de octubre de 2016

¿Más dinero en carreteras?...¿Para qué?



Vivimos en una época donde las noticias de recortes han dejado de sorprendernos (si es que alguna vez lo hicieron de verdad). Época donde los recortes presupuestarios se han ido sucediendo y superando año tras año en todas las materias y administraciones posibles.

Sin duda alguna estos recortes también afectan al sector viario, a nivel estatal, provincial y municipal. Las administraciones optan por recortar en partidas que, a priori, no parecen muy necesarias o que “no venden” de cara al público. 
Llegamos así a la situación actual en nuestro país, donde nos vanagloriamos de tener la red de alta capacidad viaria más larga de Europa,  situación que llega hasta el punto de haber “perdido” hasta el 60% de la inversión en un periodo de 7 años.














Pero no es solo cuestión de “administraciones”, lamentablemente son muchas las voces que aceptan y defienden esta bajada de inversión pública en infraestructuras con frases tan demoledoras como “en España ya tenemos muchas carreteras” o “más camas en los hospitales y menos autopistas”
 Siempre hay que respetar la opinión de los demás sectores y grupos pero creo que en un país donde el 90% del transporte interior se realiza por carretera deberíamos preocuparnos por conservar y mantener nuestras infraestructuras en el mejor estado posible, porque los autobuses que llevan a los alumnos de un pueblo a otro diariamente o las ambulancias de los servicios de urgencias o el turismo propio de una comarca, todo ello y a la vez, se relacionan de la misma manera, mediante la carretera.



¿Más dinero en carreteras? Sí, por favor